Maria Mena Habits
miércoles, 30 de enero de 2013
ENVEJECER
ENVEJECER
Ramas que se alejan,
sobre el arroyo.
Sumisas sobre la corriente.
A veces estancadas,
al azar.
Surcando círculos
transparentes,
parpadeando firmes
e inertes.
Irremediablemente.
Un océano a la espera
en el que sucumbirán
sin lucha.
Arrolladas por las estaciones,
que palparon en su curso.
Saboreando sus arrugas.
Cicatrices subrayadas
en su haber.
Portando lástimas y risas,
aromas amontonados,
en su piel.
Entre el susurro de la brisa,
aguas cristalinas,
resumirán ejércitos de alivios,
para bien.
A su paso, los árboles
saludaran todo el quehacer,
sin nada que les disguste
entremedias de la noche
y el frío amanecer.
Pasa y sigue
tiempo irreal bendito,
reflejando ante el espejo,
la vista cansada
y la corta pauta,
tras las cortinas
de esta función.
Mecida por las corrientes,
ordenada y eficiente,
por ser...
diferente.
Sin medios que asistan,
sin leyes que instruyan
ni alienten.
Sin temor a sobrevivir
en este remolino,
que nunca jamás...
se detiene.
Esther MG
martes, 29 de enero de 2013
LA LLAVE
LA LLAVE
Madurez.
Envejecida entre las
solapas
de un libro.
Trasiego que viene y va,
Sin perder un solo
hilo.
Claros de luna en
mitad
De tus nadas.
Cadenas de plata
bajo tus pies.
Martirios de oro
blanco sobre tus alas.
Madurez.
Adivinada,
inadvertida
Y, por un instante,
tal vez,
posada en tu
insignia.
Aprender, salpicado
de vetusta.
Cuando el ánimo ha
caído
Cuando el llanto
comprimido,
Dilatado y henchido.
Detiene tus ojales
esparcidos.
Sin un nimio entre viento
Que apacigüe tus
anhelos.
Madurez.
Concubina dulce y
fiel.
Embriagadora entre
huidas sinuosas.
Más allá de las
cumbres
Vendrás a ofrecerme
un instante de ti.
Recogiendo tus
frutos mis manos,
Sentirán el calor de
tu abrigo.
Y la mente, aturdida
por tanta sequía
Agotará su sed.
Madurez.
Se despliega
despacio,
entremedias de un
presente sin sombras.
Anocheciendo en
aprietos de compasión.
Mientras, ríe el
presente irónico y pleno.
A falta de un sueño
que regale porciones
de paz y sosiego.
Madurez.
Legendaria entre tus
velos.
Recorrerás
ciegamente y sin freno.
Apegada a tu eterno
cielo,
Sobre los tejados
del humano infierno.
Trastocando sin
remedio.
Arderán bajo tus
llamas de claridad
Nuestros consuelos.
Nuestros antojos,
Ocultos bajo mil
sellos.
Caprichos sinceros,
Que nos instan a
recorrer
Entornos y paraísos
austeros.
Ajenos a la
realidad,
Que forma nuestros
enteros.
Madurez.
Desearía ser
absurda.
Por tanta voluntad
truncada,
Que se cuela en
rotos sacos,
De comedia y
pantomima.
Una danza de
bienestar
Conforme con su
rutina.
Esther MG
jueves, 10 de enero de 2013
EL
GIRO
Encerrada en un mundo dividido.
Oculto
tras las rocas de mi asombro.
Todo
lo que aprendí está asumido.
Nunca
es tarde para construir
una muralla en
tu camino.
Esos destellos, que dicen tanto...
se clavan
en mi tormento.
Sin
nada que pueda hacer ahora para
detener sus efectos.
Cuantas
vidas repletas en una.
Todas
distintas, sinceras, leales.
Repletas
de amor y ternura.
Augurio
de calamidades…
Porque
he de soñar a la vez que decido.
Porque
si deseo, mi corazón permanece anclado
al borde
de un hilo…
Cuantas
miradas más podré soportarte.
Sucumbiré
entre tormentas de sal y algodón
Sin
poder detenerme.
Atrapada
en un sueño sin fin.
Mientras
anhelo un abrazo sincero.
Abrigada
bajo tus ojos.
Deteniendo
mis horas en el silencio,
nadando
en sus aguas,
a las
que realmente,
pertenezco...
Esther
MG
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